La Cerveza
Historia
Históricamente fue desarrollada por los antiguos pueblos elamitas, egipcios y sumerios. Las evidencias más antiguas de la producción de cerveza datan de alrededor de 3500 adC, algunos la ubican conjuntamente con la aparición del pan entre 10.000Ac y 6.000Ac ya que constituía la misma preparación agregando mas o menos agua, y fueron halladas en Godin Tepe, en el antiguo Elam (en el actual Irán). Parece ser que las cervezas primitivas eran más densas que las actuales. Según la receta más antigua conocida, el Papiro de Zósimo de Panópolis (siglo III), los egipcios elaboraban la cerveza a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua. Antiguamente en Oriente se usaba arroz y también bambú.
Los celtas conocían su elaboración, siendo su bebida favorita. Llevaron consigo este conocimiento cuando se extendieron por la Península Ibérica y su uso y su elaboración se desarrolló muy pronto entre los pueblos aborígenes.
Con el paso de los siglos, sobre todo a partir de la romanización, la mediterránea se consolidó como una zona básicamente vinícola mientras que la cerveza se producía en el norte y centro de Europa y adquiría la forma de lo que entendemos hoy por cerveza. De esta manera, se extiende el uso de la malta como ingrediente principal y también se empieza a introducir el uso del lúpulo como aromatizante. Esta planta cannabacea confiere a la cerveza su sabor amargo característico, a la vez que favorece la conservación.
El año 1516, el duque Guillermo IV de Baviera redactó la primera ley que fijaba qué se entendía por cerveza. Esta ley de pureza (Reinheitsgebot) establecía que solamente podía utilizarse agua, malta de cebada y lúpulo para elaborar la cerveza.
La cerveza empezó a recuperar su presencia social en España a partir del reinado del emperador Carlos I, que trajeron consigo maestros cerveceros de Alemania Pero por aquel entonces, la cerveza era aún un producto de temporada y queda por primera vez registrada en España entre las pertenencias del emperador a la muerte de este en Yuste por su Secretario Martín de Gaztelu[1] . No se sabía conservar y con el calor perdía toda su fuerza. Hubo que esperar hasta la Revolución Industrial, en el siglo XIX, época en que se descubrió el frío con métodos de conservación, para poder disfrutar de la cerveza durante todo el año. Por eso, no se puede hablar de una verdadera industria cervecera hasta el siglo XIX, cuando empiezan a aparecer pequeñas fábricas artesanales. La primera gran fábrica de cerveza en España fue abierta en 1864 por el alsaciano Louis Moritz en Barcelona.
Etimología
Existen varias versiones:
* Una, según Coromines, dice que «cerveza» proviene del francés cervoise y que éste a su vez proviene del latín cervisia (o cerevisia) que a su vez vendría de un raíz celta, cognado con el galés cwrw y el gaélico coirm.
* Otra, de Duboë-Laurence y Berger (El Libro del Amante de la Cerveza), sugiere que cervoise viene de cerevisia pero luego añaden que esta voz vendría de Ceres, diosa latina de la tierra y los cereales, y de vis, la fuerza. En cualquier caso Coromines afirma que cereal proviene de cerealis, que designa aquello perteneciente a la diosa Ceres.
* Otra dice que se ha conservado el nombre con que la designaban los celtas, y que cerveza viene de la voz cerevisia que es en realidad celta.
En otros idiomas europeos se emplean derivados del germánico bier (cerveza). En España, Colombia, Argentina y Costa Rica se emplea, de forma coloquial, la palabra italiana birra. En Chile, Perú y México se suele llamar a la cerveza por chela o chelita. En Ecuador se la llama biela. En Honduras se le llama "birria"
Por último hay que destacar que se podría clasificar el sake como cerveza de arroz (si bien hay varias diferencias), pero en Japón la cerveza, tal y como se conoce en occidente, fue un producto importado. Hoy en día existen fábricas de cerveza japonesas y para designar dicha bebida se adoptó también la locución bier pero ante la dificultad para los asiáticos de pronunciar la "r" final, dicha locución se transformó en biru.
La mejor cerveza del mundo
Los monjes de la abadía de Saint Sixtus, en Bélgica, se han visto desbordados ante la demanda por su famosa cerveza, la Westvleteren.
Miles de concursantes emitieron sus votos sobre 30 mil tipos de cerveza y coincidieron en clasificar como “la mejor del mundo” a la Westvleteren 12 -10,2 grados de alcohol-, uno de los tres tipos de trappiste que es elaborada por esta abadía, en una limitadísima producción. “Una cerveza marrón rojiza, rica, afrutada”, con rastros de “caramelo, chocolate” y “una complejidad de sabores que se van descubriendo conforme baja el vaso”, cuentan quienes han podido degustar del espumoso brebaje. La limitada producción de esta cerveza -sólo 4 mil 750 hectolitros- se suele agotar al final de cada verano. Sin embargo, esta temporada el almacén se ha vendido apenas en cuestión de semanas. “Todas nuestras existencias están agotadas, póngase en contacto con nosotros más adelante”, advierte el contestador automático de la abadía, situada al oeste de Bélgica, cerca de la frontera con Francia, a la altura de Calais.